viernes, noviembre 16, 2007
Un punto común en la tristeza es la nostalgia. Y en la nostalgia están los seres queridos. Los seres queridos son muchos y de ellos son los recuerdos son quienes atacan. En los recuerdos, más que los malos momentos, las alegrías nos roban una media sonrisa. Una sonrisa cómplice que nos hace revivir ese momento especial. Un momento que entonces se quedó en nuestra memoria para una esperanzada eternidad. Eternidad que no tendremos nunca en esta vida. Pero la vida es justo eso mismo, vivir con eternidad.
viernes, noviembre 02, 2007
En la espera de tu sexo
Espero con ansias la llegada eterna al paraíso ya probado, desnudo. Palpo con mi imaginación tu cuerpo entre mis dedos, tus hombros entre mis manos, tus senos entre mis labios. Recorro en el pensamiento la ruta hacia tu orgasmo, camino plagado de delicias, placeres, miedos y descubrimientos.
Anhelo cada gesto, exhalo, gemido dicho en mi nombre. Me deleito con la quimera de tu cuerpo haciéndose curva entre la luz que te ilumina por la ventana y la sombra de los placeres que reclamas. Recuerdo con dolor de hombre solitario el olor de tu cuello, de tus manos y de tu sexo. Espero el reencuentro con pasión y desesperación que harán de ese momento eterno, como se disfruta una escultura clásica, pero también inmediato por lo impertinente que es el tiempo en los buenos momentos de los amantes.
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