jueves, julio 31, 2008

Angustia

Hoy me apresó la angustia de que algún día partas. La angustia de no tenerte alguna tarde a mi lado, apretando mi mano y mirando el sol bajar entre los edificios. La angustia de perder el reflejo del sol en tus ojos y de no volver a probar el sabor de tu piel. Es una angustia rara. Es casi la sensación del improbable naufragio, del irreal choque, del irrealizable premio de lotería. Es la melancolía de un objeto que no se ha sido. Quizá sólo sea el momento de soledad que me embarga. Quizás sean las malas notificas de amigos de nuestro alrededor. Quizá sean las ganas de reflotar todo barco que aún no se ha hundido. Quizás sean solo las ganas de estar a tu lado.