La vida es un juego de cruces de avenidas que muchas veces uno ni advierte. En el amor, ello es una película de terror.
Hoy a un amigo querido le dolió el corazón cuando a sus oídos llegó la noticia que su querida ex, a quien en realidad ya no extraña, compartía su vida con otro hombre. Los sentimientos son curiosos y si tuvieran personalidad se acercarían a lo bipolar o multipolar.
Los sentimientos tienen memoria corta pero el corazón es un baúl profundo que en las esquinas guardapolvo difícil de limpiar. Ya dependerá de cada uno si ese polvo se convierte en parte de la madera o si se vuelve una de esas manchas que nos alteran la paz.
Fallamos también cuando nuestro sentido de pertenencia a las ex parejas se extiende a la prehistoria, sobre todo cuando, como en el caso de mi querido amigo, él ya compartió nuevos viejos sentimientos en luces tenues con una nueva mujer.
En fin, qué difícil es entendernos.