Cuando siento la realeza en tu puta nariz respingada veo que las cosas no han cambiado desde Colón, que los indios y la Santa Inquisición están bien representados por los pobres de hoy y la Iglesia católica que se sienta sobre ellos.
Cuando escucho argumentar que hay muertes que valen la pena en la lucha contra el terror, recuerdo que la Santa Inquisición sigue estando bien representada en cada uno de los políticos que vemos por la televisión.
Cuando leo que los gobernantes de hoy no quieren reconocer, recordar ni pedir perdón a las víctimas inocentes de la lucha contra el terror cuyo único error fue no ser blancos, no vestirse como blancos y no hablar como blancos, veo en carne propia la segregación del nacional socialismo alemán.
Cuando recuerdo que los ministros ningunean a sus compatriotas por el color de su sangre tildándolos de ignorantes, entiendo el casi histórico resentimiento del campesinado.
Cuando me entero que las empresas de hoy buscan el lucro con sangre ajena y sin ánimo de compartir el lucro, recuerdo que la esclavitud sigue siendo una forma de amasar fortuna en lo legal.
En esos momentos, agradezco a Dios, quien no existe, que todavía haya hombres y mujeres con doctorados en indignación que luchan por desterrar las injusticias que la mayoría no ve, que relegan el dinero por el bienestar del otro y que ven en el futuro otro mundo posible.
1 comentario:
me gusta , es como si sintiera el sentiminto con el que has escrito. ya que eso no lo logra cualquiera.
Publicar un comentario