miércoles, octubre 21, 2009

Algunos, algunas, no pueden manejar la felicidad, les causa la ansiedad de un precipicio constante, la irritación de una alergia de frutos de mar.

Algunos, algunas, no sostienen la alegría, les pesa como metal cortante en el bolsillo, como un sol que quema la vista, como un frío que acuchilla los dedos y los labios.

Algunos, algunas, les cuesta la risa, les es un lujo de tienda, un cuenta gotas no renovable, una mierda ajena.

Oye, tú, alguno, alguna, manda a la mierda o vete con ella.



Its a hopeless... situation
And Im starting to believe
That this hopeless... situation
Is what Im trying to achieve

But I try
To run on
Towards
All or none,... all or none

Heres the selfless confession
Leading me back to war
Can we help that,.. our destinations
Are the ones we've been before

I still try
To run on
Towards all
Or none,... all or none

To myself i... surrender
To the one Ill never please

I still try,.. to run on
But I still try,.. to run on
But its
All or none,... all or none.

jueves, octubre 08, 2009

Desencajo y desafinación

Su mirada centrada en el vacío de la sala de baile mandaba señales incomprensibles e indescifrables. Ella bailaba con su hijo de 10 años un animoso Charleston que emitía dulces sonidos que, sin embargo, reñían con el fruncido ceño de ella y con su curtida piel tan ajada como la amargura de darse cuenta, cerca al medio siglo que vida, que falta muchas estrellas por conocer y que queda tinta en la pluma que nunca conocerá un papel.

La imagen no era ironía ni contradicción. Era el desencajo total de una mujer que decidió dejar de vivir para sí misma el día que otro decidió dejar de vivir para ella. Otro que ya no bailaría con ella ni media pieza de Charleston ni los bailes de sus caderas. El desencajo era de corazón.

El trompetista más triste de la orquesta fue el único que la notó. Él, como ella, tiene muchos otoños en sus espaldas pero pocos veranos primos. El desenfreno apático que le dio apellido a su vida también es una forma de muerte en vida. Era la cacofonía total de un hombre que dejó de exhalar “te amo” el día que todas las otras dejaron de inhalarlo. En la orquesta, él era el único que desafinaba. Desafinaba de corazón...

Fin alternativo 1. Sugiero leer escuchando:


De repente, dos miradas se cruzan, se entrelazan, se tensan. Las notas de la trompeta rompen la alegría del salón de baile con ritmos muy afinados y apuntados atrevidamente hacia Ella. Dos miradas fijas, una a la otra, y veranos por florecer. La afinación terminó con el desencajo.

Fin alternativo 2. Sugiero leer escuchando:


Mares de gente estorban las notas que la empeñosa trompeta busca exhalar hacia Ella. A medida que el blanco se hace nuboso y lejano, las más tristes y sombrías melodías de Miles Davis se van apoderando de la trompeta, de Él. No summertime, un otoño más.


(¿cuál te gustó más?)
.

domingo, octubre 04, 2009

¿Qué andarás haciendo ahora?

Pensar cotidiano...


Qué andarás haciendo ahora,
hecha una madeja en el sillón,
dibujando constelaciones en los huecos
de los cuadros que aún faltan por colgar.

Qué andarás haciendo ahora,
apagando las luces del salón,
probándote quizá un vestido nuevo,
planeando una huida, ver el mar.

Y yo afilando lunas, perdido en el hotel,
encontrando tus caricias en el neceser.

Y yo buscándote en el espejo azul del baño,
en la ropa cansada del armario.

Qué andarás haciendo ahora,
cansada viendo la televisión,
guardando mi paz y mis retratos,
la costumbre de dormir al lado izquierdo.

Qué andarás haciendo ahora,
maldiciendo la luz, el primer sol,
hermosa con los párpados hinchados,
regando las plantas, todos los recuerdos

Y yo retirando hojas secas de la cama,
soñándome contigo bajo el agua.
Y yo recordando que olvidé tender la ropa,
preguntándome qué andarás haciendo ahora.

jueves, octubre 01, 2009

"¿En qué piensas?", me preguntaste…respondo

Pienso en cómo mis ojos te ven con lujuria y locura,
en cómo mi mente planifica cada segundo del reencuentro,
en cómo te abrazo y somos uno encima de cualquier cama,
en cómo te beso y me exaspero de la emoción hasta la asfixia.

Pienso en cómo, poco a poco, los besos se convierten en manos hábiles,
manos hábiles e impuras que no conocen de razón ni orientación,
en cómo tus pupilas, y no sólo ellas, dan señales de húmeda dilatación,
en cómo tus labios, y no sólo ellos, se encienden en sangre pasión.

Pienso en cómo acaricio tu rostro y tus hombros, y la piel que los une,
en cómo mis manos calzan con tus senos bajo erótica precisión,
en cómo tus caderas tiemblan anticipando el siguiente paso,
en cómo tus piernas abren camino a mis trémulas manos.

Pienso en mi dureza abriendo selva en tu interior suave y delicado,
en cómo el vaivén deleita a un ritmo lento que cede paso al desenfreno,
en cómo uno cae en mecánicos movimientos irrepetibles llenos de sabor,
en cómo la llegada no es la meta sino el inicio de otro placer.